15 enero 2012

Manifiesto para innovar en la docencia: IV Encuentro

Invitando a participar: Por qué participar
Proponemos un espacio horizontal y democrático[1] para intercambiar lo que hacemos, nuestras experiencias propias en el aula y fuera de ella, cosas que hacemos y aplicamos y que han supuesto un avance maduro en el proceso de aprendizaje.
No se trata de mostrar nuestros conocimientos sobre pedagogía aplicada o sobre teoría de la pedagogía, sino seguir siendo profesores interesados en hacer lo mejor posible nuestras tareas[2] en el aula, y compartir nuestras experiencias con otros profesores, e intercambiar opiniones al respecto.
En este proceso es seguro que aprenderemos mucho sobre pedagogía aplicada y concreta, pero lo haremos a partir de nuestra propia experiencia[3], tal y como hacemos cuando planteamos una investigación, desde la realidad, desde la experiencia hasta la explicación de esa realidad. Por supuesto, en todo este proceso que llevamos emprendiendo desde hace más de treinta años, y donde se concilian gran cantidad de experiencias, de todas ellas se ha derivado un conocimiento práctico y teórico tremendamente útil para aquellos que quieren mejorar su forma de trabajo y para aquellos otros que empiezan ahora a ser profesores y a enfrentarse con la compleja realidad del aprendizaje-enseñanza.
Por tanto, no buscamos intercambio de erudición sobre pedagogía, sino las experiencias que cada uno han ensayado y puesto en práctica y reformulado y revisado en sus aulas y espacios de aprendizaje.
Nuestra pretensión es lograr alternativas viables y prácticas a los planteamientos actuales dominantes[4] que se dan en nuestras aulas y que son derivaciones de un modelo demasiado tradicional. Para ello, estamos seguros que:
-          compartir experiencias y situaciones vitales es decisivo;
-          sentirse apoyado por otros que tienen problemas similares, también;
-          forjar redes de interacción que permitan relacionarnos y cooperar, compartir lo que hacemos y lo que vamos encontrando por el camino; y
-          sentir que otros estamos en situaciones similares, por supuesto.
Por estas razones y porque pensamos que una gran parte del aprendizaje en el que nosotros también participamos es derivado de la acción vinculada y paralela a la búsqueda-investigación, y que vivir una experiencia es un aprendizaje más fácil y directo que otras formas de hacer. Y ya no digamos si compartimos el proceso y los resultados de la experiencia vivida con otros colegas que también lo intentan a su modo y que son fuente de contrastación y de aprendizaje continuos. Es lo que llamamos “aprender haciendo en grupo”[5], aprender haciendo, buscando, investigando, resolviendo, atreviéndose, emprendiendo, y compartir esas experiencias con otros que tienen experiencias similares, pero diferentes. Todo ello con una metodología grupal que nos permita atender a las leyes de formación y desarrollo de los grupos, lo que nos facilitará aprovechar realmente todas sus ventajas.
En definitiva, innovamos aprendiendo en nuestra experiencia[6], con las de otros, compartiendo espacios y probando continuamente nuevas formas pedagógicas en función del objeto, del sujeto activo y sobre todo, de los realmente importantes en todo este proceso, de los estudiantes, que son a quienes, por quienes y a partir de quienes tenemos que dirigir la mayor parte de nuestros esfuerzos.
Esta es la razón por la que desde la creación del primer grupo de colaboradores y profesores que han ido construyendo esta metodología, los alumnos han sido la principal preocupación de nuestros esfuerzos[7], y es por eso por lo que contamos con su análisis de necesidades desde siempre, desde el inicio de nuestros cursos académicos y a lo largo de seminarios y encuentros de diversa índole.
Esta también es la razón por la que estuvieron trabajando con nosotros ya en el III Encuentro de Intercambio de Experiencias, siendo extraordinariamente importante su aportación, y es por eso también por lo que hemos abierto las puertas a su participación –activa, claro, nada de escuchar sólo- en la definición y formalización de cómo podemos mejorar nuestro trabajo en relación con las necesidades que ellos sienten, y cómo su experiencia, que es la que entra en el aula y puede comprender más directamente lo que ocurre en ellas, nos permitirá mejorar nuestra forma de trabajo y hacerla más cercana a sus necesidades y consecuentemente a las necesidades sociales[8]. Nosotros, los profesores, también.
Por eso, nos reunimos en un encuentro que nos interrelacione, que nos complemente, que permita transformar los roles fosilizados de cada parte, en relaciones fructíferas e intensas entre los dos polos complementarios y estratégicos de los espacios de aprendizaje:
alumnos y profesores.
Tenemos en nuestro pensamiento que otras instancias son importantes para el desenvolvimiento de estos espacios educativos, específicamente, la tarea de búsqueda e investigación –los investigadores- y la tarea de conformar una oferta amplia y renovada de documentación y biblioteca –los documentalistas-. Ambos tienen mucho que decir a la hora de renovar los sistemas de aprendizaje en las aulas y fuera de ellas. Por eso también los hemos invitado, para que nos cuenten sus experiencias, sus intentos de renovación, sus “luchas”, en definitiva, sus experiencias. Para de esta forma generar un espacio en que todos podamos ser partícipes de una realidad renovada de los procesos de aprendizaje. De la misma forma invitamos a profesores de enseñanzas medias a participar en este evento con su experiencia, que es muy rica y compleja.
La estructura del espacio de aprendizaje, pues, interrelaciona básicamente alumnos y profesores:
-          los primeros contribuyendo con la expresión de sus necesidades, y como expresión última y directa de la necesidad social realmente sentida;
-          los segundo, mejorando continuamente su proyecto, convirtiéndolo en un proyecto innovador en continua transformación de acuerdo con las necesidades sociales y del conocimiento e investigación.
Y sobre esa estructura de interacciones, como una superestructura de primer nivel, aparece la tarea investigadora y la de documentación. Ambas permiten dar continua actualización a los objetos de aprendizaje y contrastación social de lo que se ha hecho y vale la pena tener en cuenta en esos procesos, de los maestros y de la forma de acercarnos a ellos. 
                Hemos creado una asociación para hacer más amplia y compleja esta interrelación. La Asociación Espiral para la Innovación Educativa[9] es un espacio de aprendizaje más, un espacio para aprender y para innovar continuamente en procesos educativos y de aprendizaje.
                Las experiencias aportadas al Encuentro, así como el proceso, síntesis y conclusiones del mismo esperamos que permitan concretar una publicación ad hoc que esperamos contribuya al proceso de innovación educativa.





[1]

Queremos participar, ser partícipes de un proceso, ser nosotros mismos, y a partir de lo que hemos aprendido en la práctica.


[2]

Profesores innovadores, profesores que no se conforman con lo que hacen o han hecho, sino que quieren sentir más y más profundamente su profesión y ser reconocidos por ello.


[3]

La experiencia es básica para la transformación y generación de conocimiento, es la fuente básica del mismo y además, nos permite indagar continuamente en nosotros mismos y mejorar nuestras formas de trabajo y de vida.


[4]

Es preciso hacer consciente el estado del arte en nuestra profesión y las alternativas de las que disponemos. Eso es más fácil de comprender si de lo que hablamos es de experiencias cercanas, hechas por otros como nosotros, en espacios culturales y universitarios similares.


[5]

El grupo aporta el ingrediente necesario para generación de espacios compartidos, intercomunicados, interrelacionados, y consecuentemente, es antesala de cooperación e intercambio de experiencias y de generación de conocimientos. Vid: Roberto Carballo: “Aprender haciendo en grupo” en “Iniciación a la docencia” ICE-UCM, 2007.


[6]

Vid Roberto Carballo: “Innovación y Gestión del Conocimiento” Ed. Díaz de Santos, 2006


[7]

El alumno expresa mejor que nadie lo que ocurre en las aulas, y es el primer interesado en que las cosas funcionen eficazmente. No sólo es “el gran observador” de lo que ocurre, sino que necesita que la enseñanza sea provechosa para su aprendizaje.


[8]

Los alumnos son los representantes más directos -continuamente renovados- de la necesidad social del aprendizaje, de sus planteamientos y de sus reformulaciones y actualizaciones y, por supuesto, los primeros interesados en que el espacio de aprendizaje sea de la mayor calidad y eficiencia personal y social.


[9]

La Asociación Espiral esta constituida legalmente como tal y ha creado varios foros de intercambio de experiencias: http://www.linkedin.com/groups/ASOCIACION-ESPIRAL-INNOVACION-EDUCATIVA-2773305?gid=2773305&trk=hb_side_g. También dispone de una web: http://www.innovacioneducativa.nety del blog creado ad hoc para este encuentro: http://cuartoencuentro.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Seguro que entre todos conseguimos que sea un evento importante para el futuro de la universidad. Ánimo

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